domingo, 15 de enero de 2012

LA ALIMENTACIÓN SEGÚN LAS ESTACIONES.


Una dieta rica y saludable requiere dedicación y conocimiento. Los alimentos propios de cada estación se convierten en una dieta más variada y nutritiva a parte de poseer un sabor más destacado. Las frutas y verduras del verano contienen mucha agua, esencial para la deshidratación. Las del otoño e invierno contienen más vitamina C, para evitar de forma natural resfriados y demás enfermedades típicas de dichas estaciones que nos impiden llevar el ritmo diario más acelerado que conlleva. Y las de primavera que gracias a su variedad de colores nos aportan muchas otras vitaminas esenciales.
La naturaleza es sabia y nos ofrece a la perfección qué tipo de alimentos debemos ingerir en cada época del año ya que, por el cambio del clima necesitamos variar la dieta para poder adaptarnos al medio por ello, es esencial conocer y aprender los alimentos más adecuados para llevar a cabo una dieta rica y saludable los trescientos sesenta y cinco días del año. Y en especial los niños, los cuales son más vulnerables a contraer enfermedades derivadas de una nutrición escasa de aportes esenciales.

Las frutas del otoño y el invierno

El otoño y el invierno  son unas estaciones donde la granada, la naranja, la mandarina y la uva son las frutas protagonistas. El ácido cítrico que contiene la granada y los cítricos estimulan la acción de la vitamina C, aparte de poseer una acción desinfectante. Por otro lado, la uva presenta un alto aporte de hierro esencial para afrontar el día a día con energía. Y no hay que olvidar los frutos secos: castañas y nueces propias de esta temporada. 

Verduras del otoño e invierno

Las setas que son un alimento rico en proteínas vegetales que proporcionan un alto valor en vitamina B y minerales como el yodo; Las coles de Bruselas, las cuales son ricas en vitamina C y ácido cítrico que estimulan la acción del sistema inmunológico y previenen variedad de enfermedades; Las berenjenas que contienen muy pocas calorías y estimulan el buen funcionamiento del hígado; La coliflor, el calabacín y la alcachofa que presentándolas de forma divertida con carnes, rebozadas, en cremas… Podemos estimular el apetito de los niños y contribuir a su consumo.

Dieta primaveral

La primavera es una temporada que antecede al verano. Debido al clima tan agradable los niños suelen hacer más deporte, por tanto, debemos aportarle más energía y calorías para mantener el ritmo.
A continuación hemos elaborado una “mini guía” para esta dieta primaveral:
1.      Desayuno
La leche que es un alimento básico en cualquier dieta, cereales, cacao, con estos elementos obtendrán energía suficiente para afrontar las primeras hora de un nuevo día. También es aconsejable incluir fruta, como alternativa podemos licuarla consiguiendo batidos de colores muy atractivos para los niños.
2.      Comidas
Cuanto más verde mejor, las verduras frescas y legumbres también son aconsejables para acompañar carnes, pescados o huevos. Para que los niños lo coman a veces tendremos que hacer uso de nuestra imaginación para presentarle platos que animen a su consumo.
3.      Meriendas
Para las meriendas es ideal un bocata de embutido bajo en sal como es por ejemplo, el pavo, u otros también bajos en sal. Es ideal acompañarlo con un batido de frutas o de cacao o un yogur.
4.      Cenas
Lo ideal un menú ligero, caldos, puré de verduras, ensaladas con: lechuga, pepino, tomates y otros vegetales típicos de la estación. Un filete empanado, unas pechugas serían un buen segundo plato.
No hay que olvidar la hidratación, beber mucho agua favorece a evitar estado de deshidratación y al buen funcionamiento renal e intestinal.

Alimentación verano

El calor produce cambios en el apetito  a la mayoría de los niños les apetece más beber que comer.
La alimentación es tan importante como lo es el sueño y las actividades deportivas para
que los niños gocen de buena salud. Por ello también debemos aportar alimentos refrescantes como lo son las frutas de temporada como son: melocotón, ciruelas, sandía, melón… Las cuales podemos presentar partidas en trocitos con zumos en forma de macedonia o leche o yogur.
Las verduras presentadas en cremas frías acompañadas de queso, gazpachos o salmorejos son fundamentales en estas dietas.
Consejos
Aprovechando el calor peculiar propio del verano aconsejamos elaborar helados y sorbetes caseros combinados de frutas, leche y yogur, los cuales resultan altamente atractivos para los niños y es una buena escusa para que lo ingieran aportándoles las vitaminas y minerales esenciales.
Es importante que se respeten los horarios para comer, es aconsejable continuar con las rutinas alimenticias ya que es muy importante para regular el apetito de los niños. Evite las comidas con prisas y a distintas horas.
Otro aspecto a tener en cuenta es el respeto a las digestiones. Dependiendo del tipo de comida se debe respetar el periodo de digestión antes de meterse en el agua o realizar cualquier actividad física. Se debe esperar al menos una hora y media. Un corte de digestión presenta síntomas como: dolor estomacal, náuseas, vómitos y pérdida de conocimiento.
Mantener la merienda también es un punto a tener en cuenta ya que evita las bajadas de glucosa ya que esta estación requiere que los niños estén más en activo en la playa, piscina… Unos buenos bocadillos acompañados de zumos, leche… Son buenas alternativas para complementar la alimentación de verano de los niños.

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